POR EL PLACER DE VIVIR!!

El mundo está lleno de maravillas, poderes y enigmas. Lo que nos depara puede horrorizarnos, entristecernos, asombrarnos o alegrarnos, pero jamás aburrirnos. El aburrimiento es el resultado de una carencia nuestra, no del mundo.
Existen dos días en el año en que no se puede hacer nada. Uno se llama ayer y otro mañana. Por lo tanto, hoy es el día para amar, creer, hacer y principalmente, VIVIR!! 

Cuento zen
En una lejana comarca vivía Long Ching, un anciano cuya prudencia y sobriedad era siempre objeto de admiración. Esa noche, una tormenta hizo que las yeguas de Long Ching se escaparan del establo.

- ¡Qué desgracia! – exclamaban sus vecinos. - ¡Maldita tormenta cayó sobre tu casa! Te has quedado sin nada…
A lo que Long Ching sólo repetía: 

- Puede ser, puede ser...

Al poco llegó el invierno y las yeguas retornaron al calor de sus establos, pero preñadas y acompañadas de caballos salvajes.

- ¡Qué buena suerte tienes! - le decían los vecinos. - ¡Benditas sean las yeguas que escaparon y aumentaron tu manada!

- Puede ser, puede ser... – contestaba él.

Pasado un corto tiempo, el hijo de Long Ching estaba intentando domar los caballos, con tan mala fortuna que se cayó y se fracturó una pierna.

- ¡Qué mala suerte, tu único hijo! ¡Malditos caballos que han traído la desgracia a tu casa!

- Puede ser, puede ser...

Al poco tiempo, estalló un conflicto armado con una región vecina y todos los jóvenes fueron enrolados en la guerra, salvo el hijo de Long Ching, debido a su lesión.

- ¡Qué suerte, Long Ching! ¡Bendito accidente que mantiene a tu hijo a tu lado! ¡Gran destino el tuyo!

¡ Puede ser, puede ser!!

En cualquier momento en cualquier lugar siempre tendrás motivos para seguir adelante pese a cualquier adversidad, siempre podrás encontrar los suficientes motivos para no dejar de caminar, solo ten fe en ti y lo veras la vida sigue y siempre habrá  respuesta recuerda...La Vida Es Bella...pese a todo!!

Con todo mi cariño....

Victoria Isabel Noriega 

He sido un hombre afortunado, en la vida nada me ha sido fácil.”
Sigmund Freud.